Tengo razones.
Tengo razones propias, agenas, mutadas, engendradas de tonterías sin sentido.
Tengo razones que solo me pertenecen a mí, como también razones que les he concedido a los demás, y en ese aspecto puede que de todas formas acabe siendo egoísta.
Pero Rafael me dijo una vez: "¿Dónde está el problema en ser egoísta? ¿Es eso realmente malo?"
Ese hombre me pone enferma, desearía tener el poder para aplastar su cara contra el asfalto, y sin embargo su voz sigue resonando en mi mente, sigo recordándolo como si no tuviera nada más a lo cual aferrarme.
"¿Es eso realmente malo?"
Tengo mis razones, aunque no lo parezcan, son razones.
Razones para odiar, razones para destruir, razones para alejarme, razones para condenar, razones que no pueden hacer bien alguno bajo ninguna circunstancia.
Esa clase de razones las tengo de sobra y hasta por si acaso.
"¿Al menos tienes una sola razón para querer?"
¿Querer?
¿Y yo para qué necesito tal cosa?
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igual yo estare aqui
ResponderEliminarcuando te den ganas de explicarme lo que quieras o decidas volver sin explicaciones.