miércoles, 5 de febrero de 2014

Cuando lo mira

Desde pequeño Boris fue consciente de lo fácil que era quedarse mirando a Rafael cuando realmente no lo pretendía.
No entendía qué tenía de interesante. Rafael era -y es- quien más miedo le provoca. Carecía del vocabulario adecuado para expresar cuán aterrador podía ser ese hombre, y sin embargo ahí estaba, observándolo casi sin parpadear si quiera.
La única persona que lo entendía era su padre, porque a Egor le ocurría lo mismo.
Exactamente lo mismo.

-No porque te quedes mirándome todo el día, vas a conseguir algo, Boris. -se ríe, sinceramente divertido-. Cuando se quiere saber algo, normalmente basta con preguntar. Si tu padre siguiera con vida, dudo que le haga gracia que su adorado hijo sea tan poco honesto.
-Cállate.